Le recomendamos que revise la presión de las llantas una vez al mes. Estas son sólo algunas de las razones por las que dedicar cinco minutos cada mes a hacerlo puede beneficiarle en el futuro.
Ahorra dinero
Las llantas se desgastan más rápido si están bajas y se desgastan de forma irregular si están infladas demasiado, por lo que en ambos casos tendrá que comprar llantas nuevas con más frecuencia. El cuidado adecuado estabiliza la estructura de las llantas y puede prolongar la vida útil promedio de la llanta casi 5,000 millas. Y ahorrará en combustible: si las llantas están bajas, el vehículo consumirá más combustible por kilómetro recorrido y, por tanto, conseguirá un menor kilometraje.
Un viaje más cómodo
Las llantas infladas a la presión correcta influyen en la capacidad de respuesta del vehículo, su manejo y su desempeño.
Un viaje más seguro
Si las llantas están infladas de más o de menos, la maniobrabilidad se ve afectada. La maniobrabilidad baja si las llantas están bajas y se vuelve peligrosa si están demasiado infladas, especialmente si toma las curvas a alta velocidad. La distancia de frenado, el agarre de frenado y la estabilidad direccional se ven afectados. A medida que las llantas batallan con permanecer sobre el pavimento, el calor se acumula y las llantas bajas aumentan la posibilidad de que falle o se dañe la llanta en los baches.
Mejor para el medio ambiente
Si las llantas de su automóvil tienen tan solo 4 PSI menos de lo indicado, aumenta la resistencia de rodado, por lo que su vehículo consumirá aproximadamente un 1.5 por ciento más de combustible y, por lo tanto, liberará más CO2. El inflado adecuado significa un equilibrio perfecto entre la máxima seguridad y la economía de combustible. Las llantas durarán más y usted reducirá su huella de carbono.