El sensor del sistema de monitoreo de presión de llantas (TPMS) está diseñado para sobrevivir y funcionar en condiciones de carretera muy duras. La vida útil operativa típica de un sensor TPMS es de 5 a 10 años, según el tipo de sensor, cómo se utiliza el vehículo y una variedad de otras condiciones. Las pilas del sensor TPMS están selladas en la carcasa del sensor y no se pueden cambiar. Cuando la pila se agota, el sensor ya no puede proteger al conductor y a los pasajeros y se debe reemplazar. Los factores clave que afectan la duración de la pila del sensor incluyen:

Cuando está en marcha y cuando está estacionado – Se envían más transmisiones mientras el vehículo está en marcha, lo cual usa más energía de la pila.

Especificaciones de los sensores – Algunos sensores tienen un modo de supervisión de estacionado adicional habilitado de fábrica, mientras que otros solo transmiten durante el movimiento.

Temperaturas extremas – La exposición a temperaturas muy frías y muy calientes puede afectar el funcionamiento del sensor y dañar la pila.

Tipo de pila – Las pilas tipo CR tienen una menor autodescarga y un rendimiento deficiente a bajas temperaturas, pero aguantan mejor las temperaturas extremadamente altas.

Eficacia del sensor TPMS – El circuito integrado de aplicación específica (ASIC) de los sensores de la generación anterior consumía mucha más energía que los modelos actuales.

Capacidad de la pila – Las capacidades suelen oscilar entre 350 mA y 560 mA en toda la industria.

Diagnóstico de la pila del sensor

No siempre es fácil evaluar el estado real de la pila de un sensor, a menos que esté agotada. Cuando eso sucede, el sensor deja de transmitir y enciende la luz indicadora de mal funcionamiento del vehículo (MIL). Una pila debilitada puede provocar un funcionamiento esporádico del TPMS. Algunas herramientas de escaneo para TPMS tienen una verificación del estado de la pila, que puede ayudar a identificar una pila con voltaje reducido.

Solución de problemas de baja temperatura

No todos los problemas de transmisión del sensor TPMS están relacionados con la pila. Las temperaturas frías pueden crear un frustrante efecto de luz intermitente del TPMS, desde un indicador de baja presión de las llantas hasta un indicador de malfuncionamiento (MIL) o una combinación consecutiva de ambos. Por ejemplo, la primera helada de la temporada o una gran caída de las temperaturas durante la noche pueden provocar esta situación. Cuando las temperaturas bajan, también baja la presión, lo que puede provocar una indicación de presión baja de las llantas. Por eso es importante siempre mantener la presión adecuada indicada en la placa, especialmente con el cambio de cada estación, cuando las fluctuaciones de temperatura son más probables. Las temperaturas extremadamente bajas pueden causar que falle la pila y que se ilumine la luz MIL.

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